29.4.08

Todo Está Conectado

Morgan Freeman es el presidente de Estados Unidos.
Morgan Freeman es Dios.
Dios es Alanis Morrissette.
Alanis Morrissette es el Presidente de Estados Unidos.

La voz de Dios es Alan Rickman.
Alan Rickman es Snape.
Snape es la voz de Dios.
La voz de Dios es la voz del presidente de Estados Unidos.

Snape, la voz de Dios, y del presidente de Estados Unidos, tiene miedo de Harry Potter.
En realidad, teme a sus padres. El presidente de Estados Unidos teme a los padres de Harry Potter.
Éso es porque Harry Potter es hijo de Saddam!!!!

Saddam financiaba Al Qaeda en su guerra contra el presidente de Estados Unidos.
Los marines, por tanto, son los Mortífagos.
La Orden del Fénix son los enemigos de los Mortífagos.
La Orden del Fénix son Al Qaeda.

Las Torres Gemelas las tiraron un puñado de niñatos montados en escobas.

27.4.08

Redacted

Ya es una peli fuera de cartel pero acabo de verla y no puedo dejar pasar la oportunidad. La peli pseudo-documental que relata la violación y asesinato, y el posterior silencio informativo, de una chica de 15 años y su familia por parte de Reno Flake y BB Rush (no olvidemos sus nombres: no lo merecen), soldados destinados en Samarra durante la Guerra de Irak en 2006.

Brian De Palma pone toda su sabiduría bastarda y su desvergüenza narrativa y formal al servicio de remover entrañas sin tapujos. Pero lejos de convertirse en un panfleto antimilitarista al uso, con óptica objetiva y racional y moralina incluída, "Redacted" alude a la piel y al sudor, a la mala leche, para dejarte en una disyuntiva incómoda y necesaria a partes iguales: lo sabes, pero no lo quieres decir. Eres MacCoy, superado por las circunstancias; eres Salazar, que quiere denunciar pero duda tanto que acaba pagando con su cabeza -literalmente- la venganza de los Irakíes.

No me extraña que algunos calificaran a de Palma de antipatriota. Pero no es por su defensa de la verdad en tiempos de guerra, sino por lo tremendamente sincero que es su desprecio por el ejército. Así, sin cortapisas. Los soldados de Redacted son oportunistas, palurdos, cobardes, borrachos, listillos, violentos, salidos, pretenciosos y ruines. Todos. No hay un alivio moral que sirva de escape o representación de la nobleza en todos ellos. Desde los violadores, auténticos simios uniformados, hasta el sargento mayor, un tipo que se las da de listo porque lleva 9 meses en Irak y cree saberlo todo, y es el primero en salir despedazado por una mina.

Tampoco es especialmente amable con los medios, que se diga. La periodista que acompaña a los soldados en la primera incursión a la desgraciada casa juega luego un papel tremendamente efectista y lacrimógeno al entrevistar al padre de la familia asesinada, que se encontraba en la cárcel sin acusación alguna durante el incidente.

Y finalmente es sangrante con algunos artistas, corporizando una irónica crítica en un cortometraje ficticio que en teoría intenta sacar arte audiovisual de la estéril espera en un puesto de control del ejército, anteponiendo una música dramática a imágenes estáticas de los soldados mirando al frente. Hemos visto decenas de piezas reconocidas internacionalmente en las que se premia la mirada artística, estética y absolutamente inútil de gente con presuntas intenciones de denuncia pero con un claro -pero no declarado- objetivo de sacar tajada del recurso fácil de meterse-sin-meterse con algo tan obvio como es el sinsentido de la guerra.

Creo que lo que De Palma intenta decir con todo ésto es que la guerra, la atrocidad de la que es capaz el ser humano, no entiende de sutilezas. No vale la racionalidad ni la sensibilidad artística elitista para hablar de gente que dispara contra embarazadas porque no paran en un puesto de control cuando van a dar a luz. Hay que dar un puñetazo en la mesa y gritar, mostrar la realidad cruda, incluso fotos reales de críos con la cara destrozada al final de la peli, para que se sepa de qué va el cotarro: dos soldados borrachos violaron y mataron a una chica y su familia porque el ejército emplea a iletrados y les quiere obedeciendo, porque Bush, Blair, Aznar y compañía querían un país y lo obtuvieron por la fuerza, porque la prensa juega a la verdad pero la usa para vender publicidad, y porque todas esas cosas no se pueden redactar: tienen que escribirse sin pensar. Jamás la sana desvergüenza de De Palma ha sido tan útil y necesaria como para retratar la desvergüenza real de los que tachan lo que no interesa.

24.4.08

Sant Jordi!!!!!!

M'encanta Sant Jordi. És la millor festa de l'any, junt amb Cap d'Any. M'agrada perquè, vale, se celebra un Sant, però per damunt de tot és el dia del llibre, i encara que sigui només per un dia, la gent agafa llibres, els compra, i fins i tot hi ha raros que arriben a llegir-los.


I també hi ha la rosa. I com que (atenció: cursilada) l'amor i la cultura HAURIEN de ser la base del món, m'agrada tant aquesta festa. M'agraden Les Rambles plenes de gent, TV3 totalment desbocada en la seva catalanitat, les cues de lectors d'El Quijote, les roses del Maresme que no fan olor però fan bonic, osti. I a sobre normalment fa bon temps. Ja que ens fot que no plogui, almenys que sigui per respectar la festa.


El què no m'agrada tant és que el seixanta per cent dels puestos de La Rambla siguin de grups polítics. Que la gent faci cues per què els signi un llibre un autor que fa dos dies ni coneixien (i a sobre es muntin follons com en qualsevol cua, si és que no aprenem...). Que hi hagi homes que diuen que "regalar una rosa per Sant Jordi és hipócrita i una despesa excessiva", quan no regalen roses ni llavors, ni mai. Que inclús hi ha gent que em mira raro perquè jo li regalo a la meva xicota una rosa i també un llibre. En fí, que ni tan sols Sant Jordi s'en lliura, de la misèria del món.


Però tot i així, qué bonica que és, Barcelona per Sant Jordi:

23.4.08

La Vida Gatuna (II)

A petición popular unipersonal voy a explicar algo sobre mis gatos. Ya, ya, si yo leyera algo así al principio de un post pensaría lo mismo: "ya está el típico explicando su vida..." Bueno, pues sí, qué pasa, cada uno rellena entradas como mejor le parece.
Como ya toda mi vasta audiencia sabe, tengo dos gatos. Bueno, más bien vivo en la casa de dos gatos que me dejan vivir en ella, a cambio de que les compre comida, les limpie el cagadero y les achuche cuando les apetece. Yo de mayor quiero ser gato doméstico.

Ayer por la noche casi dejo a uno de mascota única. El pequeñajo empezó a segregar sustancias internas pro-jodienda del personal y se lio a corretear, patear y hacer todo el ruido posible sin control. A las 3 de la mañana. La buena noticia es que los gatos no molestan a los vecinos cuando se convierten en Hulk; la mala es que no puedes compartir tus ganas de llorar y de cocinar al gato crudo con nadie. No había manera de calmarlo. Probamos a encerrarle, a tenerlo en los brazos, pero nada. Cuando me levanté, a las 4 y 20, me abordaba como pidiendo cariño, pero le eché una mirada que le hizo encoger las orejas. Parecía decir "vale, jolín, me he paso un poco, no?".

Claro que luego llegas a mediodía a casa y el cabrón se te estira, te mira toó amoroso y desvalido, y te olvidas de que te duelen hasta las pestañas de sueño por culpa del cabronazo el felino.

La culpa es del otro. Como no le puso en su sitio cuando vino, haciéndose valer como hermano mayor y dueño legítimo de la casa, por antigüedad, pedigrí y porque hace dos como él, como el capuyo no lo hizo, pues el pequeño se ha subío a la parra. Si es que les das un dedo y se te suben a la chepa, a la vitrocerámica y hasta a la ventanita del lavabo.




Y éso que ahora parece que Patxi está mejor, después de una pequeña temporada de pachuchez intermitente de las suyas. Unas pastillicas, unos litros de FrontLine y ale, la apoteosis vomitiva sobre la mesa y como nuevo. Parece ser que fue impresionante: las pulgas hasta se hicieron un barquito para navegar en el potado y así hacían algo de turismo. Es increíble que algo tan tierno como mi gato persa blanco con cara triste pueda convertirse en una máquina regurgitadora sanguinaria cuando su cuerpo se lo manda. Siempre digo que el cuerpo humano es una chapuza; parece ser que, a pesar de la belleza de sus formas, los gatos no están exentos de un funcionamiento corporal algo tosco, tampoco.




Bueno, después de esta retahíla de gilipolleces felinas voy a poner algo de propina: hasta parecen buenos y todo.


22.4.08

VigiMutantes

No voy a poner el vídeo porque me entran arcadas.

Luego dicen que el hombre no viene del mono. A mí lo que me sorprende es que no distingamos aún a algunos humanos de esos simios que éramos hasta hace cuatro días. Algunos aún lo son, como los vigilantes del metro de Madrid que la emprenden a palos con un borrachuzo en los pasillos y encima lo graban. Putos gorilas uniformados con la cabeza llena de mierda y una porra como único referente. Simios. Monos. Subnormales que apenas saben hablar.

Espero que los despidan y que los devuelvan a la selva, que es donde las fieras salvajes pueden hacer con ellos lo que se merecen: hacerles que se suban a los árboles y no bajen nunca más de allí.

15.4.08

Berlusconi Es Gilipollas

Y punto.

Bueno, no, algo más. Los italianos que le han votado son más gilipollas aún.

Ea.

14.4.08

Pelis Que Molan: "Austin Powers, La Espía Que Me Achuchó"

La segunda Peli Que Mola iba a ser Terminator 2, pero una posible sobrecarga de Cameron+SciFi, más una más que notable tendencia a imitar al Dr, Maligno que hemos desarrollado en el curro, me lleva a escribir sobre esta peli. La segunda parte de las aventuras del Misterioso Agente Internacional más feo y chulapo de la Gran Bretaña es, sin lugar a dudas, una de las mejores comedias que se han hecho. Al tanto.

La primera de las aventuras del personaje de Myke Myers no me gusta. Vale, es humor zafio y grosero del bueno, es flipantemente absurdo, pero era mu cutre. Más de lo saludable. Pero dado el inmenso éxito de esa entrega, se pusieron manos a la obra y perpetraron una segunda parte más cara, más absurda, más bruta, más flipantemente zafia. Osea, mejor.

El Doctor Maligno vuelve a atacar tras ser rescatado por su organización de su éxodo espacial. Una vez reestablecida su condición de SuperVillano, su número Dos le informa de varias novedades, a cada cual una oportunidad mejor para hacer un chiste en una secuencia prodigiosa:

1.- Hagámonos ricos con Starbucks. Número Dos decidió invertir la fortuna del Dr Maligno en una pequeña cadena de cafeterías. 30 años después, son propietarios de la mayor red de cafés baratos y de calidad del mundo. Ganan billones. Y el Dr Maligno responde: ¿Y por qué ganar billones cuando podemos ganar...(meñique en la boca)... millones?. Todos ponen la misma cara.

2.- Mini-Yo. Lo más grande. Número Dos ha intentado clonar al Dr Maligno pero la cosa ha quedado en un engendro salvaje 3 veces más pequeño, al que el Dr Maligno llama "Mini-Yo". Descnozco cuánta gente ostentará este apodo, ya sea a sabiendas o no, pero es uno de los pocos conceptos cachondos recientes que realmente ha calado en la audiencia. Por supuesto MiniYo rivaliza con Scott, el hijo del Dr, por el cariño de éste, y posee su propio minigato Esfinge como su Maxi-Yo. Genial.

3.- El plan del malo. El Dr Maligno dispone de una "Máquina del Tiempo". Y lo que pretende es viajar al pasado y robarle a Austin Powers, su archienemigo, ni más ni menos que... ¡Su Mojo!

¿El qué?

¡El Mojo! ¡La líbido, el sexapil, la fuerza vital, el rollo que mola, éso que los franceses llaman el "nosequé"!

Si alguien es capaz de escribir algo remotamente tan estúpido y fascinantemente gilipollas, por favor que se pase por cualquier televisión de España, que las series le necesitan.

4.- Scott, cállate. El momento matador. Después de explicar su estupidez de plan, Scott le pregunta por qué demonios no viajan al pasado y matan a Austin Powers, sin más. Lo que sigue son como 5 minutos en los que Maligno manda callar a su hijo de las formas más irritantes que pueden ocurrírsele a una persona sabiendo que nadie puede callarle a ostias. Yo casi la palmo, palabra.

El resto de la peli es una carrera de gilipolleces a cuál más absurda y con más voluntad de sentar cátedra a base de crear un icono tras otro: Marifé Lación (Mari para los amigos, Felación para los muy amigos), un espía incapaz de mentir 3 veces seguidas (por lo que para interrogarle hay que hacerle cada pregunta 3 veces), Rob Lowe haciendo de Número 2 joven, el Dr Maligno jugando con una bola del mundo hinchable al más puro estilo Chaplin (y haciendo llorar a número 2 con ella), Burt Bacharach y Elvis Costello cantando en plena calle (y presentados por Austin a la audiencia, como un presentador de televisión), y otra, y otra, y otra, hasta la aparición de lo segundo más grande que tiene esta peli: El Gordo Cabrón.

El hombre en punta del Dr Maligno es un gordo escocés cruel, sanguinario y vomitivo, al que para no herir sus sentimientos apodan cariñosamente El Gordo Cabrón. El tipo es como una ballena peluda y sudorosa, vestido con kilt y gaita en ristre, que devora niños y que en la versión doblada al español se expresa de forma sospechosamente parecida a ¡Jesús Gil!!


Sí amigos, porque lo que realmente hace grande esta peli es el doblaje. Lejos de intentar imitar gracietas originales que se quedan en un ¿ein? generalizado, los dobladores decidieron echarle más morro y llamaron a Florentino Fernández, en aquella época cumbre del humor patrio, para que pusiera voz a todos los personajes interpretados por Mike Myers: Austin, el Dr Maligno y el Gordo Cabrón. El resultado es tan, tan memorable que hace olvidar que, evidentemente, la mitad de las cosas que nos hacen gracia no forman parte de la peli en sí, sino de la inventiva de esa bestia parda que es el Floren. Sólo la idea de ponerle la voz de Gil al Gordo Cabrón vale un Oscar al doblaje, si éso existiera.




Lo mejor: La cara dura que le hecha todo cristo implicado, y lo cojonudamente bien hecha que está la peli a pesar de lo cutre que quiere ser. Y claro está, el Dr Maligno.
Lo peor: es una isla en la trilogía, porque la primera es mu mala, y la tercera intenta prolongar los aciertos de la segunda pero se pasa de escatológica (hay un personaje que se pasa la peli comiéndose a sí mismo).

La frase: "Austin, yo soy tu padre", auténtica cumbre de que una escena adivine justo lo que el público está pensando y el personaje diga lo que todo el mundo espera.






Chema Ya No Hará Más Pan

Bueno, pues no era Charlton Heston, pero a algunos nos da más pena que haya fallecido Juan R. Sánchez, el actor que durante 4 años clave en la infancia de algunos dio vida a Chema, el Panadero de Barrio Sésamo.

Tenía 51 años y fue a causa de una enfermedad fulminante. Estaba casado con la actriz que se metió en el traje de Espinete en la misma serie.

No hizo gran cosa en su carrera, pero es difícil olvidar la de Nocilla que le echamos al pan mientras le vimos. En fin...

11.4.08

Abuso De Poder

Tengo un compañero de curro que tuvo que cubrir a su supervisora por baja maternal. Sí, sí, está bien escrito: tuvo que cubrir a su propia supervisora. La solución que se buscó para sustituir a una responsable de unidad, licenciada, con título, atribuciones y sueldo de supervisora a jornada completa, fue que durante los 5 meses de su baja maternal se encargara de su trabajo un técnico de FP a media jornada, por su mismo sueldo.

El chaval hizo lo que pudo, teniendo en cuenta que además sirve de comodín cuando falta alguien en otro sitio, porque es el más flexible por la media jornada, lo cual significa que muchos días no estaba haciendo la susodicha sustitución, sino la suplencia de otra persona, con lo que el trabajo se le fue acumulando hasta formar una entidad propia que amenazaba con morderle cada vez que abría el cajón. De propina, tuvo que pasar como responsable una auditoría de calidad realizada a cuchillo, para la que intentó obtener asesoramiento del Jefe Total, mediante unos 7 mensajes de voz al móvil que jamás tuvieron respuesta. La auditoría fue de pena, pero se solucionó como todo lo que sólo sirve para los despachos: en los despachos.

El lugar en cuestión es una unidad hospitalaria, y mi compañero era el responsable del laboratorio que les da servicio, que no pertenece al hospital, con lo que se encuentra en tierra de nadie. El caso es que durante ese tiempo, las personas que trabajaban con él, básicamente enfermeros y médicos de la unidad de la que es, digamos, proveedor externo, fueron comprensivas con la situación, dentro de su habitual gañanería. Tienen costumbre de pedir las cosas a gritos y con golpes en las ventanas en vez de usar el teléfono como las personas, pero una vez que se acostumbra uno a trabajar con chimpancés, todo va más o menos bien.

Ahora la baja maternal se ha acabado y la supervisora ha vuelto mordiendo porque, según ella, todo está patas arriba. Después de una semana tensa de llamadas supervisora-jefe-técnico, el chaval se entera de que el pollo montado es lo que se llama un plan de choque de cara a la galería: el cliente se ha quejado de él, cuando él ya no está presente, y la supervisora, para quitarse el marrón de encima, les da la razón, aún sin haber hablado siquiera con el chico en cuestión para, al menos, hacerse una idea general del problema.

Y ahora viene lo mejor: los médicos, esos que durante meses mantenían un equilibrio razonable entre comprensión y exigencia, de repente opinan que el técnico es persona non grata en el servicio, que no quieren que vuelva a pisarlo y mucho menos encargarse de nada más allí, y además, exigen disculpas públicas por todos los errores cometidos durante su periodo de "supervisor en funciones".

Cabrones.

El quiz de la cuestión es, tristemente, la diferencia de clases. El chaval es técnico, y ellos médicos, y la supervisora es amigüica de los suyos. La supervisora se lleva bien con los médicos porque le dejan asistir a las sesiones técnicas y firmar alguna comunicación, y ella hace concesiones más allá de las funciones de su laboratorio, que después asumen los pringaos que se encuentran con la tralla diaria. Mi compañero es técnico, y durante meses ha desarrollado una labor que le desborda, por conocimientos, sueldo, responsabilidades y por ley, pero como no había otra cosa, pues palmadita por aquí y a salir del paso; pero el chaval les salió menos manso de la cuenta y se atrevió a responder un par de veces "no" a compromisos adquiridos por su supervisora, inasumibles según él, y claro, eso no se puede tolerar. Tú estás aquí para lo que yo diga.

El chaaavl ha ido hoy a la convocatoria de "disculpas y escarnio público" que le ha montado su supervisora. Estoy ansioso por volver a verle y que me explique si sobrevivió a la hoguera. Ya os contaré.

10.4.08

La Presi Lo Sabe Todo

Leo en El País unas delaraciones deÁngeles González-Sinde que me erizan los pelillos. La Presidenta de la Academia, como buena profesional asentada en nuestra gran industria, hace honores a todos los tópicos que se asocian a su institución y su ámbito profesional y, de paso, ahonda en su ya legendaria manía de liarla cada vez que abre la boquita.

Vamos por partes. Dice qué "pa qué queremos tantas Gigas de Banda ancha si no es pa'l eMule". Pues mira Angelines, por ejemplo para poder ver magníficos trabajos audiovisuales en YouTube, algunos de ellos, cortos de ésos que este año estuvieron a puntito de ser desterrados de los Goya. O para subirlos, si se es creacor pero no se puede acceder a una subvención o los circuitos de distribución oficiales. Es como si preguntara para qué quermos DVDs si los VHS se ven de coña. Muestra del gran conocimiento del sector audiovisual TOTAL que tiene la muchacha.

Más cosas. Que la Ley del Cine les afecta menos que la Ley de Propiedad Intelectual. Lo dice la presidenta de la academia de cine. Sin comentarios.

Y sigue. Que el cine español no es una industria raquítica. La octava potencia del mundo tiene como mayor producción cinematográfica íntegramente nacional "Alatriste": 24 millones de euros. La media presupuestaria de una peli española ronda los 3 millones de euros. Cada capítulo de "Lost" cuesta 5 millones. Que no me vanga con que Amenábar está rodando Ágora en malta con 50 millones, porque Amenábar es tan representativo de la situación general como lo es Almodóvar, osea nada; son directores que tienen el favor del público por su especial capacidad para conectar con él, cosa que ni depende de la nacionalidad de cada cual, ni por supuesto es algo inherente a los cineastas españoles (de hecho a veces parece que ser antipúblico mola más que que la gente vaya a ver tu peli).

Y por último, como no podía ser de otra manera por el camino que llevaba, las estrellas del discurso habitual: demagogia barata y contradicciones en nombre del "to pa mí". La demagogia es decir que la cultura no tiene por qué ser gratis, "porque tampoco lo son los antibióticos"; estoy de acuerdo en que se subvenciones a los artistas y que éstos cobren por su trabajo; no lo estoy en que tenga que exisitir una Academia para ello, ni que "Equipo Ja", "Torrente" o las soplapolleces trasnochadas de Aranda merezcan consideracióin alguna en este sentido. Por otro lado, la contradicción es reclamar ayudas a la cultura para una industria, es decir, la doble vocación según lo que se reclama: subvención y proteccionismo al artista, y al mismo tiempo compensación estatal (en forma de canon que recauda una entidad privada y monopolista) a un sector industrial. ¿En qué quedamos? ¿Merecemos que nos financien una peli por su valor artístico o exigimos que nos compensen cuando la gente encentra nuestro producto más barato?

Lo más grave de todo esto es que, al mismo tiempo que se celebran galas fastosas y se pregona que el cine español está mejor que nunca, se ningunean festivales de audiovisuales independientes, se cargan tintas sobre la poca responsabilidad de las televisiones y se criminaliza y menosprecia a un público que, simplemente, les da la espalda porque no les gusta lo que hacen. Es así de simple. Nunca, y digo nunca, he oído a esta señora, ni a ningún otro cargo de la institución en cuestión, hacer un mínimo de autocrítica, ni siquiera en temas tan obvios como la falta de géneros, el menosprecio a los nuevos medios y los formatos diferentes, o la necesidad de renovar urgentemente la plantilla de artistas procanon que, curiosamente, son los que se pegan los hostiazos más sangrantes en taquilla, que parece ser la gran olvidada de Angelines.

3.4.08

Descubierta El Arma Definitiva Contra La Piratería



Ésto es un notición. Al parecer, grandes eruditos se han puesto por fin a pensar en serio qué se puede hacer para combatir esa gran lacra social: la tendencia actual a compartir toda clase de contenidos digitalizados, mermando los ya de por sí escasos beneficios de la industria cultural, especialmente ese bastión de la exquisitez artística que es el mundo de la música.

Y han dado con la respuesta.

Yo no sé mucho de economía, pero creo que hay dos maneras básicas de ganar mucha pasta con algo: o tienes algo que muy poca gente pueda comprar, o tienes algo que todo el mundo quiera comprar. El primer caso, suele ser debido a que realmente haya poco de lo que tienes (uranio, una Lambretta del 63, inteligencia...), lo cual recibe el nombre de exclusividad: hay más demanda que oferta, y éso hace que la venta se convierta en una subasta en la que el vendedor puede fijar el precio que le dé la gana, ya que el deseo es más fuerte que la necesidad. Marketing básico. El segundo caso es la universalidad o masificación, y es justamente lo contrario: fabricas algo en cantidades indecentemente absurdas, y lo vendes a un precio irrisorio que crea la ilusión de que en realidad gastarse dinero en ello es en realidad un gran negocio. Ésto lo inventó Henry Ford con los coches, Ikea con los muebles, y ING-Direct con las hipotecas. Hay que comprar ahora que está barato; aunque dentro de 3 meses haya más, no sabemos a qué precio estará.

Pero hay una tercera vía. Consiste en una perversión de la combinación de lo anterior: tienes mucho de algo, pero lo pones a un precio prohibitivo que aumenta el deseo por poseerlo; se llama especulación, y es la disciplina reina de la economía española, con el sector inmobiliario a la cabeza. Esta tercera vía es muy lucrativa mientras dura, pero también es muy arriesgada: crea una burbuja de exceso de oferta sobrevalorada, sostenida en una demanda masiva que no se satisface para aumentar su deseo.

Lo malo es cuando la burbuja estalla porque la demanda se colapsa y convierte tu exceso de oferta exclusiva en un montón de mercancía invendible; o porque la demanda, simplemente, encuentra la manera de conseguir tu mercancía de forma gratuita. Éste es el caso de la música.

Durante años, la música ha vivido de vender productos exclusivos en forma de mercancía masiva; el truco estaba en que la mercancía era una simple copia del producto. Es como si hubiera costado lo mismo hacer un SEAT 600 que un millón de unidades: no hay razón para venderlo barato porque todo el mundo lo quiere y yo recupero la inversión con muy pocas ventas, por lo que puedo fijar el precio que quiera porque no me importa vender más o menos. Si encima tengo toda una industria paralela que me hace publicidad gratis (MTV, radiofórmula), y vendo muuuuuuucho, sólo tengo que mantener la expectativa en el mercado y sentarme a esperar la pasta.

De pronto un día, hacer las copias ya no es algo que sólo pueda hacer yo. Como me iba tan bien, he invertido en productos para poder escuchar mi producto, y un día lo digitalizo y lo saco en forma de CD, que es más barato de producir y dura mucho más tiempo. Después me lanzo y fabrico mis propios CDs, porque soy una multinacional que puede hacer lo que quiera y si el soporte me cuesta la mitad por fabricarlo yo, es más pasta para mí. Espera, espera, ¿y si vendo los que me sobran que no se graban en la fábrica? La gente podría usarlos como medio de almacenamiento de sus cosas y además le daría más vida al formato porque habría más discos que necesitarán más reproductores, que también fabrico yo. Y claro, tengo que vender un aparato que pueda grabar esos CDs. Pues lo vendo. Ale, ya está. Soy una máquina. Mira, mira cómo se vende todo de bien. ¡Todo el mundo tiene en su casa mis CDs grabados con mi música, los escucha en mis reproductores de CD, los graba en mis CDs grabables con mis grabadoras...!

¡Ostia no, espera!

¡Joder, están grabando mis CDs grabados en mis CDs grabables! ¡¡Pero si las copias las hago yo!! ¡No hay derecho! ¡Esto es un crimen!

¡Osti, las ventas de mis CDs grabados han caído un 30%!

¡¿Qué podemos hacer?!

Bueno, menos mal que ahora hago ordenadores y con éso compenso un poco...

¡Joder, ahora se conectan a Internet con mis ordenadores y se bajan la música que alguien ha sacado de mis discos grabados, y la graban en mis discos grabables con mis grabadoras!!

¡Me están robando! ¡A la cárcel! ¡A la cárcel todos por robarme mi música!

Ésta era, hasta ahora, la forma de hacer frente a la mal llamada piratería de la industria discográfica: criminalizar al cliente, alegando el derecho a producir su mercancía porque son ellos los que crean el producto. Una parte de la desvergüenza es que la tecnología necesaria para hacerlo es también, en parte, un sector de su negocio (las discográficas suelen ser parte de un grupo de empresas tecnológicas o de comunicación). La otra parte es la perversión del concepto de producto: la industria musical dice fabricar y vender contenidos, pero en realidad saca su beneficio de la venta del soporte; por éso vale lo mismo un disco de Bruce Springsteen que uno de Andy y Lucas, si no menos. Cuando se les ha acabado el chollo de la masificación, es decir, cuando ya no pueden especular con mucha mercancía porque la gente se fabrica sóla lo que ellos venden, reclaman que su producto es exclusivo, esto es, que es algo que sólo pueden hacer unos pocos (los artistas) y que, por tanto, debe tener un precio acorde a su singularidad. Dicen que no es justo que los pobres artistas no reciban lo que merecen por hacer algo que sólo ellos saben hacer. Pero la perversión está en que, hasta ahora, daba igual quién lo hiciera, porque lo que vendían era la copia del trabajo, elevada a la categoría de obra de arte. Es como vender cada litografía de "Los Girasoles" al precio del cuadro original: simplemente, un puto robo.

Algunos artistas lo han entendido antes que sus jefes y han puesto su creatividad al servicio de su supervivencia, que es lo que hacemos todos los humanos. Algunos, como Radiohead, ofrecieron su último disco de forma gratuita en su web por tiempo limitado, pidiendo "la voluntad". Ganaron más pasta que con el anterior, que se vendió a la antigua. Da que pensar.

Otros, los más lanzados al circo de las ventas, que saben que si piden la voluntad por su disco van a recibir un PowerPoint cachondo de respuesta, como mucho, simplemente han aplicado la fórmula Ford: fabricar más. Pero más productos; osea, más discos nuevos. Basar la demanda en el contenido, que es su mercancía real, y no en el soporte, que es la mercancía de la discográfica. Éso es lo que dice la noticia (Y cómo me ha costado llegar hasta aquí, caramba).

Y otros han optado por otra forma de vender su producto: el directo. Hay más conciertos que nunca. Los grupos antiguos anuncian que se reúnen pero para ir de gira, no sólo para volver a grabar. Algunos artistas han aprendido que tienen un don hermoso que le diferencia del resto de personas; pero que siguen siendo personas que tienen que trabajar para ganar pasta. Porque yo no sé hacer lo hace el fontanero, y por éso le pago para que lo haga. Pero no voy a comprarle un álbum de fotos de chapuzas antiguas.

Carlos Tarque dijo en una entrevista que no está de acuerdo en que haya que regalar la música. Estoy de acuerdo con él, totalmente, al cien por cien y como fan suyo que soy. Pero su música no es un cacho de plástico serigrafiado que cuesta 7 euros de producir y se vende a 20. Su música se tiene que pagar, y yo lo haré gustoso, pero que se suba a un escenario y me la venda él, que me lo merezco, coño.