15.6.11

Violencia

Hoy algunos indignados (o alborotadores con ganas de joderles, aún no está claro) han tirado huevos, pintado abrigos e intentado evitar que los diputados del parlament de Catalunya entraran a aprobar una ley que, entre otras cosas, traerá más recortes en gasto social y seguirá hurgando en la herida de muchos ciudadanos.

Rápidamente el movimiento 15M se ha desmarcado de estos actos violentos y ha clamado por una revolución pacífica y la no-violencia.

A los que veían con malos ojos la revolución, les ha ido de puta madre el tema. Cuatro gritos mal dados, y barra libre para las porras. El mismo president Mas ha dicho que "se ha traspasado una línea" y, ojo, que se reserva el derecho al "uso legítimo de la fuerza" para repeler estas acciones.

Hay que ser hijo de puta.

Hay que ser hijo de puta para sobrevolar en helicóptero a miles de personas que protestan por tu política, y aprovechar que cuatro gilipollas han tirado un par de huevos para justificar todo lo que tus perros hagan con el resto a partir de entonces.

Hay que ser hijo de puta para marcar la "línea roja" en la chaqueta de 1000 euros de Montserrat Tura, mientras miles de personas ven como la lista de espera para sus operaciones se pierde en un rojo horizonte.

Hay que ser hijo de puta para tachar de violento un movimiento que aguantó cómo les apaleaban sentados en el suelo hace apenas dos semanas.

Hay que ser hijo de puta para confundir deliberadamente "violencia" con "altercados".

Violencia es dejar a miles de personas sin trabajo, sin dinero y sin futuro. Violencia es mandar a perros a apalear a gente sentada en la calle. Violencia es gasta dinero que no tenemos en llegar en helicóptero a tu puesto de trabajo porque te da mal rollo mezclarte con la gente. Violencia es no haber salido ni una sola vez a hablar con nadie desde que ésto comenzó. Violencia es mandar a policías infiltrados a liarla para justificar palos.

Violencia es ser un hijo de puta que tiene miedo de que le tiren un huevo, pero no le tiembla el pulso para bajar sueldos de funcionarios de a pie, mientras sube el de asesores elegidos a dedo hasta la indecencia.

Violencia es lo que puede haber, de verdad, si no se bajan de su pedestal de una puta vez y escuchan a la gente. También a la que tira huevos, porque no los tira porque sí. Porque hace 10 años no los tiraba. Porque cuando se los tiraban a otros os parecía bien.

Violencia es lo que hará falta si no nos dejáis nada más.